Vente de Alemania, Pepe (entrevista para "La Terraza" de RNE)

Justo un año después de que publicaran esta entrevista en el programa "La Terraza" de RNE, me la encuentro de nuevo y mira tú por dónde... al final, me vine de Alemania. Sin poder anticiparlo entonces. Si en aquel momento me hubieran dicho que iba a volver a España, no lo hubiera creído. 

De pura casualidad encontré esta entrevista hoy, justo un año después de que la publicaran. 

¡Cosas de la vida! Al final, como sintiéndome apelada por el título (aunque no me llame Pepe), me vine. Después de una década y sin dejar de admirar jamás la ciudad que dejé: Berlín. 

Prometo que ya no tardaré mucho en comenzar el anecdotario del regreso. Porque volver no es fácil y considero que hay mucho que contar. Hay que tener en cuenta los vaivenes del duelo migratorio, los dolores de cabeza con la burocracia (sí, aquí también dan, aunque sea en tu idioma materno), el choque cultural inverso, el "¿continúo donde lo dejé o empiezo de cero?", el soportar el cuestionarte a menudo si has tomado la decisión correcta...  

Para amortiguar estos malestares (naturales y frutos de cualquier cambio de esta índole), tuve la suerte de contar con el asesoramiento y el acompañamiento de Volvemos. 

Como le dije el otro día a una chica que me escribió felicitándome por mi libro: aquí ando buscando mi hueco. Tal y como lo hice allí. Aquella aventura dio para muchas cosas, todas buenas. Entre ellas ,"Patas Arriba". Solo me queda vaticinar una segunda parte del libro, con la vuelta como punto de partida. Puede que volver no sea fácil, quizás por una mezcla de expectativas que tienen la maldita manía de no cumplirse, pero sobre todo se trata de confrontar los cambios propios con los de la tierra que dejaste, para realizar un entretenido trabajo de reconciliación entre ambos pues, al fin y al cabo, los dos son parte de ti.

Entretanto, aquí os dejo con la entrevista de hace un año. Puede que no esté actualizada mi vida, pero no deja de ser una parte de ella, en otro espacio, en otro tiempo... en mi querida Berlín.                           

Vente de Alemania, Pepe